Una cooperativa de personas con discapacidad (COINRE) de Badalona ha abierto el chiringuito L'Indret, donde gente de con diferentes capacidades de todas las edades pueden trabajar y tener un contacto más cercano con la gente. Francesc Ozerans, gerente de COINRE y creador del negocio, aseguró que el chiringuito formaba parte de un "plan de viabilidad". Francesc explicó que a base de "formación" los trabajadores pudieron enfrentarse al nuevo reto que se les había propuesto.
Actualmente hay diez trabajadores con diferentes discapacidades que "sirven mesas, piden la nota...", y tienen un trato con los clientes exactamente igual que cualquier otro chiringuito playero, aseguró el gerente.
Además, la cooperativa cuenta con un grupo de psicólogos que "trabaja los perfiles y decide" qué trabajador puede o no trabajar en el 'chiringuito'. Uno de los trabajadores del chiringuito, Ramón, aseguró que estaba "muy contento" y que cuando le llamaron para darle el trabajo "no se lo esperaba".
Muchos de los trabajadores del 'chiringuito' "no" quieren volver a las fábricas donde trabajaban anteriormente. El encargado del negocio, Ferran Céspedes, explicó que ya sabían a lo que se "enfrentaban" con los jóvenes discapacitados pero aseguró que se "adaptan muy bien" y que el "trato con el cliente es muy bueno".
De la misma manera comentó que habían tenido algún "percance" pero que tanto trabajadores como clientes se estaban "acostumbrando".
Actualmente hay diez trabajadores con diferentes discapacidades que "sirven mesas, piden la nota...", y tienen un trato con los clientes exactamente igual que cualquier otro chiringuito playero, aseguró el gerente.
Además, la cooperativa cuenta con un grupo de psicólogos que "trabaja los perfiles y decide" qué trabajador puede o no trabajar en el 'chiringuito'. Uno de los trabajadores del chiringuito, Ramón, aseguró que estaba "muy contento" y que cuando le llamaron para darle el trabajo "no se lo esperaba".
Muchos de los trabajadores del 'chiringuito' "no" quieren volver a las fábricas donde trabajaban anteriormente. El encargado del negocio, Ferran Céspedes, explicó que ya sabían a lo que se "enfrentaban" con los jóvenes discapacitados pero aseguró que se "adaptan muy bien" y que el "trato con el cliente es muy bueno".
De la misma manera comentó que habían tenido algún "percance" pero que tanto trabajadores como clientes se estaban "acostumbrando".
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